El desconocido Gene Sharp

Un día vi en un programa (Documentos TV) a un personaje mundialmente desconocido... Gene Sharp, un norteamericano de armas tomar pero sin tomarlas ;-) 
Un hombre maravilloso, demócrata, libre pensador, pacifista, escritor, filósofo, y muchas cosas más, de  hecho fue nominado al Nobel de la Paz en 2009.

Este hombre ha sido el principal causante de muchas revoluciones pacíficas para derrocar a muchos dictadores, pero; me dio por indagar más... y llegué a mis propias conclusiones...

El desconocido Gene Sharp es un filósofo, político, profesor y escritor estadounidense conocido por su extensa obra en defensa de la no violencia como lucha contra el poder.
Filósofo o espía, agitador o amante de la democracia, es indudable que las 198 acciones de Sharp, inspiradas en la resistencia pacífica de Gandhi, que se reflejan en su libro "De la dictadura a la democracia" han transformado el mapa geopolítico de los siglos XX - XXI.

Sharp es también un científico político, catedrático y fundador de la Institución Albert Einstein, una organización sin ánimo de lucro que estudia y promueve el uso de la acción no violenta para democratizar el mundo. La Institución Albert Einstein ha sido acusada de haber estado detrás de las revoluciones de colores con las que se ha intentado (a veces con éxito) derrocar gobiernos no afines a los intereses de la Unión Europea y los Estados Unidos de América. También, se le ha identificado explícitamente como colaborador de la CIA y experto en desestabilizar regímenes democráticos.

Este hombre que trabaja desde su casa en Boston (aunque muchas veces se desplaza) es el principal causante de los derrocamientos políticos sin violencia en: Libia, Georgia, Egipto, Serbia, Ucrania, Túnez, Birmania, Lituania, Latvia, Estonia, y Bielorrusia, también es el causante de los intentos de derrocamiento en Venezuela, China, Rusia, Irán, y Siria; este último país pienso que está todavía en el punto de mira estadounidense para después de alguna forma intentar atacar Irán.




Túnez
Túnez
El método principal es muy simple: exacerbar las frustraciones, achacar todos los problemas a la autoridad política, manipular a los jóvenes siguiendo el esquema freudiano del «asesinato del padre», organizar un golpe de Estado y hacer creer que es la calle la que ha derrocado al gobierno.

Desde la época de los estudios del sociólogo francés Gustave Le Bon, a fines del siglo XIX, se sabe que ante una emoción colectiva los adultos reaccionan como los niños. Se vuelven entonces especialmente receptivos y sumisos a la influencia de cualquier cabecilla que logre representar, aunque sea por un instante, la figura paterna. En 1990, Sharp se acercó al coronel Reuven Gal, por aquel entonces sicólogo jefe del ejército israelí, posteriormente se convirtió en consejero adjunto de seguridad nacional de Ariel Sharon y hoy dirige las operaciones destinadas a manipular a los jóvenes israelíes no judíos. Mezclando los descubrimientos de Le Bon con los de Sigmund Freud, Gal llegó a la conclusión de que es posible explotar el «complejo de Edipo» en los adolescentes para manipular a una multitud de jóvenes en contra de un jefe de Estado, figura simbólica del Padre.

Partiendo de ese principio, Sharp y Gal ponen en marcha varios programas de formación de jóvenes militantes con vistas a la organización de golpes de Estado. Luego de varios éxitos en Rusia y en los países bálticos, en 1998 Gene Sharp establece el método de las «revoluciones de colores», con el derrocamiento del presidente serbio Slobodan Milosevic.

Después del fracasado golpe de Estado en Venezuela, Gene Sharp, suspendió las actividades del Instituto Albert Einstein que le servía de cobertura y creó nuevas estructuras (el CANVAS en Belgrado y la Academia del Cambio en Londres, Viena y Doha). Estructuras que ya hemos visto en plena actividad a través del mundo, como en Líbano durante la revolución del cedro, en Irán con la revolución verde, en Túnez con la revolución del jazmín, en Egipto con la revolución del loto, y en Ucrania con la revolución naranja.

La opinión pública internacional se ha tragado esos montajes sin muchas dificultades. Primeramente, porque existe una confusión de conceptos que no distingue la diferencia entre multitud y pueblo y secundariamente porque como de hecho muchas veces son dictaduras; nos parece bien que las quiten.. pero lo que hay detrás es el interés propio y personal de Estados Unidos, no intentarán derrocar ninguna dictadura que les sea favorable...

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